lunes, 27 de febrero de 2012

Pseudociencia para la Dirección de Empresas

Seguro que algunos conoceréis la Fundación Educativa James Randi, ofrece un premio de 1.000.000$ a cualquier persona que, bajo condiciones experimentales rigurosas, demuestre cualquier tipo de poder paranormal. Desde que se estableció el premio en 1964, cuando una medium retó a su creador a “respaldar con dinero sus palabras”, nadie ha logrado ganarlo. Nadie ha sido capaz de demostrar ningún tipo de fenómeno paranormal.

El Asombroso Randi, o Randall James Hamilton Zwinge, fue un famoso ilusionista que protagonizaba espectáculos de escapismo en la televisión de los años 50. Se interesó por el estudio de los fenómenos paranormales aplicando una metodología rigurosa y se hizo famoso en los años 70 por desenmascarar a Uri Geller, ese mago con mirada penetrante que doblaba cucharas. Randi lo acusó de fingir que tenía poderes paranormales en lugar de decir la verdad: que era un ilusionista, exactamente igual que él, y se encargó de explicar todos y cada uno de sus trucos en un vídeo mítico que os dejo aquí.





Pero Uri Geller no solo doblaba cucharas, aseguraba que si la gente de sus casas lo deseaba de verdad se arreglarían los electrodomésticos y relojes rotos que tuviesen (min 5.25)


He recordado este vídeo al encontrarme con la página de F. Alcaide, uno de esos gurus que hablan de liderazgo, éxito y excelencia... Vamos a ver algunas frases de su artículo "El Lenguaje del Universo"*:


– El Universo refleja en todo momento lo que tú irradias. Es un autorretrato de ti mismo.
- La Ley de Atracción no responde a lo que quieres o no quieres, sino a lo que te concentras. En lo que te concentras, se expande.
- La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma; entre la vida que llevas y tu esencia, lo que eres.

¿Lo pilláis, no? El universo devuelve lo que tú deseas de verdad, ... el problema de los que no consiguen el éxito es que no lo desean suficiente... y por lo tanto no lo merecen. No se queda ahí, el siguiente post desarrolla aún más la idea, su título lo dice todo: "No basta con querer, hay que creer" ...  ¿Os suena? ¿Tengo un reloj roto, creéis que se arreglará si lo deseo suficiente o tiene que decirlo personalmente Uri Geller?


Está claro, la consultoría de empresas no es un proceso 100% científico y no se le puede exigir por ahora un grado rigor como el que se maneja en la investigación científica. Sin embargo, es el mundo de lo que se ha llamado "management", hay un grupo de gurus que, no solo imparten lecciones sin base probada sino que elevan las teorías pseudocientíficas a la ciencia de la práctica empresarial. Sus lecciones de la formación para directivos están muy extendidas y se imparten en masters y escuelas de negocio.

La teoría de atracción no es solo falaz, además es contraproducente, las personas no pueden controlar qué creen y qué no, de modo que, en lugar de motivar, la falta de control puede provocar frustración y estrés. En definitiva se trata de otro timo pseudopsicológico. Hay un montón de personas serias que se dedican a la consultoría de competencias y/o dirección, pero también hay muchísima pseudociencia completamente institucionalizada.

Otro ejemplo, en este caso aún más conocido es Emilio Duró. En una de sus charlas más famosas, presenta un supuesto experimento en el que la estructura de los cristales de hielo se veía modificada por las emociones de las personas que estaban cerca (min 1.30)... Y dice que se trata de un efecto de la física cuántica!!



El supuesto cientifico del que habla es Masaru Emoto, al que la Fundación James Randi ofreció publicamente en 2003 su premio si sus resultados podían repetirse en otro laboratorio y condiciones controladas... pero claro... James Randi sabe con quien apostar :)

A Duró hay que reconocerle que es un gran comunicador. Es un tipo divertido que derrocha experiencia cuando habla de la realidad de las empresas, pero en su charla se inventa una tras otra todas las estadísticas que ofrece sin aportar ni una sola referencia. Y para terminar cierra con este famoso experimento pseudocientífico. 

En realidad, creo que se trata más una cuestión de formación científica que de mala fe. Dice lo que dice porque le funciona, le pagan y nadie se ha molestado en contradecirle adecuadamente.

El problema no son solo estos "conferenciantes" pseudocientíficos, se trata de una situación compleja en la que se mezcla la necesidad de crear mensajes impactantes en 20 minutos de charla con una extendida falta de cultura científica en el mundo de la empresa. No se trata solo de saber biología o física cuántica, se trata de mantener un espíritu crítico respecto a las opiniones y de referenciar adecuadamente los datos usados para que puedar ser comprobados.

Desde mi punto de vista, la principal aportación que puede hacer la ciencia a la empresa es mostrar la discusión como una actividad constructiva y creadora... Para lograrlo hacen falta herramientas de manejo de información y algo de entrenamiento para los equipos y directivos.


Repito, ni se me ocurriría querer dar la impresión de que la consultoría y la formación en competencias mantiene la rigurosidad de las publicaciones científicas, es imposible. No hay mucha documentación sobre dirección de personas que cumpla los mínimos científicos pero a cambio, los resultados de tu trabajo son visibles y aportan un feedback que, a la espera de mejorar la capacidad predictiva de la psicología y la neurobiología, es lo único que tenemos para ofrecer ayuda a las personas que trabajan con otras personas.

En las empresas no tengo más remedio que fiarme de mi análisis subjetivo y trabajar sobre extrapolaciones, con los problemas que ello conlleva. Seguro que yo también sufro el sesgo de confirmación y otras deformaciones cognitivas, pero es nuestra responsabilidad profesional esforzarnos por ofrecer un mínimo de rigurosidad y coherencia con el conocimiento científicamente obtenido.

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Un tiempo después de escribir este post leí “El mundo y sus demonios” de Sagan, Carl:


"En el corazón de alguna pseudociencia (y también de alguna religión antigua o de la «Nueva Era») se encuentra la idea de que el deseo lo convierte casi todo en realidad”. 



Juanjo Valderrama




* Permitidme que no lo linke, ya sabéis, buscáis en google: Francisco Alcaide "El Lenguaje del Universo". Por cierto, conocí el artículo por @JesusCoach

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